Reflexiones en cuaresma ♦ (2)
Iniciamos con la parábola del fariseo y el publicano > (Lucas 18:9)
9 Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: 10 Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos[d]. 11 El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. 12 “Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano.”
13 Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “Dios, ten piedad de mí, pecador.” 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.
Seguimos con un consejo del Apóstol Pablo > (1 Tesalonicenses 5:21)
Examinadlo todo; retened lo bueno.
Concluímos con una cita de Ribeyro
"Entrar en el diálogo es admitir por anticipado que tu contrincante puede tener la razón"
Que Dios los Bendiga